La Iglesia Católica y
los Extraterrestres
Por Giorgio Piacenza
Primera Parte:
Aproximaciones Teológicas
Revisemos – aunque sea someramente – parte del pensamiento
teológico que se ha gradualmente acumulado en la Iglesia Católica respecto a la
vida extraterrestre, un pensamiento en evolución que realmente sería necesario valorar
filosóficamente en caso que realmente se constatase de forma pública la
existencia de esta vida, especialmente si esta fuese “inteligente” y se revele
gracias a la astrobiología, a la ovnilogía, a la exopolítica o a… ella misma.
Aunque el profesor emérito de
teología sistemática Ted Peters no se remite exclusivamente al
catolicismo, sus estudios deben ser tomados en cuenta porque reflejarían cómo
podrían responder las principales (y menos extremistas) instituciones
religiosas, incluyendo la institución católica apostólica y romana. Ted
Peters, catedrático
de la Unión Teológica de Graduados (Graduate
Theological Union), descubrió por medio de su original encuesta que los líderes de la mayoría de las
instituciones religiosas se sentían cómodos y seguros frente a la posibilidad
de descubrir vida extraterrestre inteligente.
Particularmente, me inclino a pensar que también la mayoría
de los líderes intelectuales dentro de la curia del Vaticano y de la Iglesia
Católica en general se sentirían igual debido – entre otras cosas - a la
incorporación de la hermenéutica en la interpretación teológica y doctrinal y
(sumada a una amplia exégesis) de los libros de la Biblia.
Asimismo, muchas religiones tradicionales y moderadas judeo
cristianas contarían con los medios intelectuales para adaptar sus
interpretaciones doctrinales a la revelación de una presencia extraterrestre. La
creatividad de Dios no estaría reducida al Planeta Tierra en la vasta
inmensidad del cosmos.
Vease la explicación que Ted Peters (autor de “UFOs: God’s Chariots?”) ofrece sobre
su estudio en el siguiente enlace: https://www.youtube.com/watch?v=4Vy9y3-jW7I
Quizás en el trabajo de Ted
Peters no se consideraron claramente algunas de las implicancias más
provocativas respecto a una posible presencia extraterrestre en el pasado
histórico y pre histórico terrestre. ¿Se podrían también adaptar y
complejificar las doctrinas religiosas si se descubriese que seres
extraterrestres inteligentes modificaron el código genético humano?
¿Sería este un reto superior al planteamiento de la evolución
natural de las especies? Pienso que sí pero opino que a la postre el reto también
sería superable siempre y cuando conceptos como “Dios”, “intervención divina” y
“salvación” permanezcan fuera de las posibilidades de los extraterrestres,
lo cual debería ser así ya que ellos (por más avanzados que fuesen) serían
seres dependientes, contingentes, imperfectos y relativos. Hay que recordar que
los extraterrestres también serían seres
creados y/o existencialmente sostenidos por Dios y que no pueden reemplazarlo.
Cuando, durante un simposio de astrobiología en la Biblioteca
del Congreso de los Estados Unidos (un simposio titulado ”Preparándose para el
Descubrimiento: Una Aproximación
Racional al Impacto de Hallar Vida Inteligente, Compleja o Microbiana Más Allá
de la Tierra”), algunos exopolíticos sospechábamos que la Iglesia Católica
estaba a punto de revelar algo importante. Por ello durante el simposio pregunté
personalmente al hermano Guy Consolmagno (astrónomo del Observatorio Vaticano, curador de la colección de meteoritos del Vaticano y
autor de la obra “Would you Baptize an Extraterrestrial?” [¿Bautizarías a un
Extraterrestre?]) si es que él
estaba al tanto de la posibilidad que la iglesia se estuviese preparando para
descubrir vida extraterrestre o quizás para revelar conocimientos sobre
contactos extraterrestres ocurriendo en la actualidad. Él me contestó que no
era así por lo que él sabía y que, a juzgar por algunas interacciones directas
con el Sumo Pontífice, presumía que el Papa no se hallaba particularmente
interesado en estos temas. Consolmagno tampoco parecía interesado en las investigaciones
ovnilógicas ni en tratar el tema extraterrestre fuera de sus estudios
astronómicos, astrobiológicos y teológicos formales.
Estas respuestas (además de similar
enfoque de parte de otros teólogos y filósofos durante el simposio) resultaron
ser algo así como un “baldazo de agua fría”. Teníamos la esperanza de algo
más, en especial proviniendo de uno de los científicos astrónomos cercanos al
Vaticano, de alguien que recientemente se había hecho notorio por afirmar que,
si un ser inteligente racional no humano pidiese ser bautizado, él lo haría.
Pero es que aunque no sabemos que
puede realmente estar pasando, hay sospechas y muchos teóricos de la
conspiración (incluido ovnílogos y exopolíticos) dan por descontado que “la
iglesia” oculta la presencia extraterrestre y que, si alguien como el hermano Consolmagno
habla sobre un aspecto de ello (el bautizo de extraterrestres), esto solo sería
posible porque se le ha permitido bajo un plan concertado de posicionar culturalmente
a la iglesia antes de una gran revelación,
un plan para posicionarse en el mundo en caso que ellos u otra autoridad
creíble (o quizás los extraterrestres mismos) revelen la realidad de tal
presencia (que además podría ser de larga data histórica).
Hay que entender que desde hace
siglos la Iglesia Católica pasa por un proceso de aceptación y adecuación a las
ciencias naturales y, desde el anterior simposio de astrobiología (Una Semana
de Estudios de Astrobiología) organizado dentro del mismo Vaticano por la Academia
Pontificia de las Ciencias en 2009, pienso que no cabe duda que podría
fácilmente aceptar y adecuarse a la vida extraterrestre, principalmente si se
descubriese por medios científicos convencionales. Lo que sí se puede
asumir razonablemente es que existen algunas voces convencionales dentro de la
iglesia que estarían preparando el terreno para tal descubrimiento.
El Papa Francisco I también parece compartir la idea acerca
de la viabilidad de bautizar a un ser extraterrestre si se dieran las
condiciones básicas expuestas por Consolmagno (un ser razonante que
desee ser bautizado). Pero debemos tener en cuenta que ya en parte estas
ideas no son originales y que fueron tratadas y postuladas por teólogos católicos
en el pasado y aunque recientes declaraciones (más acordes con un deseo actual de
trabajar sin negar ni a la razón ni a la ciencia) llamen la atención. Aunque
son declaraciones importantes, no constituyen un “nuevo concepto” sorprendente
que rompa con la tradición. Más bien serían la feligresía, algunos
archiconservadores y algunos críticos acérrimos de la iglesia quienes parecen
ignorar (o querer ignorar) esta situación que ha superado con creces la previa
y consabida intolerancia... “galileísta” con la que en el imaginario popular
quedó marcado respecto a la conducta de la Iglesia Católica.
Sírvase visitar el siguiente enlace:
Es también de conocimiento público que el Padre Gabriel Funes, astrónomo
principal del Observatorio Vaticano, también acepta la posibilidad que exista
vida extraterrestre, aunque – al indagar su postura científica con más cuidado
- no parece creer que el descubrimiento de la misma se dé pronto. Funes además
sostiene una posición teológica que afirma que la reencarnación de Cristo en la Tierra fue un evento único y válido
para todo el universo.
Después de una breve investigación, descubrí que considerar
el tema extraterrestre – aunque no es muy frecuente - no es algo nuevo. El Padre Karl Rahner, teólogo influyente de la Iglesia Católica, emplea el
término “Habitantes de las Estrellas”, admitiendo
la posibilidad de otras historias de
salvación y múltiples reencarnaciones de La Palabra o Logos.
Theodore Hesburgh, quien fue presidente de la
Universidad de Notre Dame enfatiza que como lo que más refleja a Dios es la libertad
y la inteligencia por sobre las características de la materia, entonces podemos
asumir que ha creado algo más que abundante materia, en otras palabras, a otros
seres provistos de inteligencia en el universo. También, el sacerdote Hans Kung, influyente teólogo de la
Iglesia Católica, también escribió que se debía conceder la posibilidad de que
exista otra vida inteligente en el Universo.
Guillaume de Vaurouillon, escolástico franciscano del Siglo XV propuso que el sacrificio de Jesucristo tuvo un valor
universal, siempre y cuando existan otros seres inteligentes y racionales
en el cosmos. También postuló (en oposición a Tomás de Aquino) que Dios podría
haber creado una infinidad de mundos más perfectos que el nuestro.
El fraile dominico y teólogo Thomas O’Meara considera en sus obras tituladas "Vast
Universe" (Vasto
Universo) y "Christian Theology and Extraterrestrial Life" (Teología
Cristiana y Vida Extraterrestre) que Tomás
de Aquino dejó la puerta abierta a la posibilidad de que una de las Personas
de la Santa Trinidad hará extensiva la salvación a otros seres inteligentes en
el cosmos y que no deberíamos limitar lo
que el Divino puede o no puede hacer, incluyendo la posibilidad de otra
reencarnación divina posterior.
En el siguiente enlace puede encontrar la obra de O’Meara "Christian Theology and Extraterrestrial Life": http://cdn.theologicalstudies.net/60/60.1/60.1.1.pdf
En la Edad Media, el
fraile dominico Tommaso Campanella dijo que las civilizaciones extraterrestres
no habían cometido el “pecado original”, sino otro tipo de pecado más acorde a ellos.
Tommaso y el fraile dominico Giordano
Bruno fueron algunos de los que propusieron el concepto de la “pluralidad de los mundos”.
El padre jesuita Domenico
Grasso, teólogo en la Universidad Pontificia de Roma, declaró: “¿Por qué toda la perfección que vastamente
concedió Dios al universo estaría escondida sin declarar Su gloria? ¿Quién
escribe un libro que nunca va a ser leído?” Además, mencionó al teólogo
alemán y padre dominico Joseph Pohle,
quien en 1904 escribiera la obra “Celestial
Worlds and their Inhabitants” (Los Mundos Celestiales y sus
Habitantes), donde señala: “Parece que
el propósito del universo es que sus cuerpos celestiales sean habitados por
seres que reflejen la Gloria de Dios en la belleza de sus cuerpos y mundos, tal
y como lo hace el hombre de forma limitada en su mundo”. Grasso comenta al
respecto añadiendo: “pero estos no son ángeles, ya que los ángeles son seres
espirituales puros y sólo pueden percibir la materia indirectamente, tal y como
nosotros sólo podemos percibir el mundo de los espíritus indirectamente”.
El erudito Padre Januarius
de Concilio señaló en su libro “Harmony
Between Science and Revelation” (Armonía entre la Ciencia y la Revelación) que los seres extraterrestres son criaturas
“con sustancias inteligentes unidas a una especie de cuerpo”. También argumentó
(como el Monseñor Corrado Balducci) que podrían ser inteligencias que se
ubican entre los seres humanos y los ángeles. Yo estimo que algunos podrían
parcialmente ubicarse ahí (en algunos aspectos) pero no necesariamente todos.
El Padre Theodore
Zebek escribió un artículo titulado "Theological Questions on Space Creatures" (Preguntas
Teológicas sobre las Criaturas Espaciales) y publicado en la “American Ecclesiastical Review” (Revista Eclesiástica
Estadounidense), donde afirma que los seres extraterrestres mencionados en las
Sagradas Escrituras no están prohibidos por éstas.
El Decano de la Facultad de Teología Sagrada de la
Universidad Católica (en Washington, D.C., Estados Unidos), el Padre Francis J. Connell publicó un ensayo
titulado "Flying Saucers and
Theology" (Los
Platillos Voladores y la Teología), donde escribió: “Es bueno para los católicos saber que los principios de su fe son
totalmente compatibles con las posibilidades más increíbles acerca de la vida
en otros planetas”.
Sor Ilia Delio, monja franciscana, teóloga y científica, acepta la probable presencia extraterrestre
en el cosmos e intenta reconciliar este hecho con la ciencia y la fe al
crear una nueva cosmología llamada “EXOCRISTOLOGÍA”. Sírvase leer "Christ and Extraterrestrial Life"
(Cristo y la Vida Extraterrestre) en
el siguiente enlace: http://www.michaelsheiser.com/UFOReligions/Christ%20and%20ET%20Life.pdf
y vea el siguiente video en inglés titulado "The Christian Life in Evolution"
(La Vida Cristiana en la Evolución): https://www.youtube.com/watch?v=CDRvaqUjJkI
El abogado Daniel Sheehan quien fuera Consejero General de la Orden Jesuita en
los Estados Unidos desde 1975 a 1977, recientemente predijo que el Vaticano
revelaría conocimiento de la presencia extraterrestre después de la publicación
de la encíclica “Laudato Si’” del Papa
Francisco la cual se enfoca en proteger las formas de vida de la Tierra y
la ecología así como condenar el capitalismo abusivo y excesivo. Su predicción
se malinterpretó y se entendió como que él sabía a ciencia cierta que el Papa
revelaría la presencia extraterrestre en junio del 2015.
También se confundió esta predicción personal con su mención
del “llamado” teológico y científico general de la Orden Jesuita a prepararse
para el probable descubrimiento de vida fuera de la Tierra (siendo esta una de
las razones por las cuales la conferencia de astrobiología del 2009 fuera
organizada por la Academia Pontificia de
las Ciencias y el Observatorio
Vaticano). En el siguiente enlace, podrá encontrar una interesante
conferencia del abogado Daniel Sheehan sobre su participación en materia ovni y
los temas ya mencionados: https://www.youtube.com/watch?v=B4O55wKY-xg
No sé si alguien en la jerarquía de la Iglesia Católica sepa o
estudie sobre alienígenas tipo humanos, pero lo dudo. Quizá George Adamski pudo reunirse con el Papa Juan XXII tal como lo declaró en
1963 y quizás este papa tuvo un encuentro con extraterrestres parecidos al
hombre como se dice que el secretario personal del Papa, Loris Francesco Capovilla, rememoró en alguna ocasión, pero no
cuento con la fuente original de esta última información.
Lo interesante es que el concepto de “ángel” como “mensajero” es ampliable a seres físicos. En cierto
modo todos podemos actuar como ángeles según las circunstancias. Quizá algunos
teólogos considerarían que los “ángeles”
que supuestamente Abraham encontró fueron extraterrestres de carne y hueso
parecidos al ser humano y no “espíritus puros”; no lo sé, pero realmente eso
espero ya que (no solo debido a su
similitud sino al comportamiento descrito por varios contactados) muchos
extraterrestres parecidos a nosotros (empero no necesariamente todos) podrían
ser buenos amigos de la familia humana terrestre.
Tanto en la teología católica como en la de otras religiones
monoteístas, la creación del ser humano
es considerada un evento único y en la tradición católica, ésta merece “la salvación” del Único Hijo Engendrado
de Dios. Pero, ¿cuál es el significado
profundo de la “salvación”? y ¿hasta
dónde pueden llegar nuestras interpretaciones? Si se descubriera vida
extraterrestre inteligente ya sea a través de la astrobiología, los contactos,
la revelación o que “ellos” (los extraterrestres) mismos se den a conocer,
tanto la teología como la doctrina tendrán que amoldarse a dicha realidad. Al
hacer esto, se llegará a un punto medio integrativo con otras ideas esenciales
de otras ideologías y doctrinas religiosas de la Tierra. Sobrevendría una
ampliación interpretativa de todas estas doctrinas para hallarse pautas comunes
a nivel planetario ante una realidad extra planetaria.
NO creo que “Jesús fuera un extraterrestre” o que “los
extraterrestres vayan a reemplazar a Dios”, pero tampoco acepto fácilmente las
declaraciones generales (que son igualmente superficiales) sobre las
implicancias teológicas destructivas que pudiera tener el descubrimiento de
vida extraterrestre y, en particular, el descubrir vida extraterrestre
inteligente, racional y tecnológica (sin importar cuán avanzados sean en
comparación a nosotros). En cambio creo que es necesario reflexionar más profunda
y cuidadosamente. No es conveniente re huir estos temas pero tampoco tratarlos
de forma simplista.
En lo que coincido con muchos teólogos es que los artículos de fe no serán tirados a la basura. Por el contrario, ellos se expandirán y madurarán para incluir el descubrimiento de la vida extraterrestre inteligente y racional y de otras formas de vida en general (¿un “segundo génesis” incluso si no se tratara de vida consciente, racional y tecnológicamente competente?).
Digamos que los extraterrestres hayan intervenido en nuestro pasado genético, incluso entonces, eso no significaría que reemplazan a Dios, que Dios no exista o que la Creación o la existencia dependiente de dios no haya sucedido, ya que como seres existentes, los primeros actúan “en el tiempo” y el Ser supremo “fuera del tiempo”, o mejor dicho como "sub specie aeternitatis" (bajo la categoría de eternidad); entonces, metafísicamente hablando, Dios habría creado y sigue creando continuamente, así como lo podemos concebir bajo de nuestra perspectiva dentro del tiempo.
Dios también habría creado a los extraterrestres que podrían
ser capaces de elegir, de equivocarse o “pecar” (errar y distanciarse de su
relación con Dios) bajo distintos grados de gravedad (cometiendo
errores espirituales), por lo tanto, podrían pensar y actuar de forma que
fortalezcan o debiliten su cercanía a Dios. Definitivamente no serían perfectos
y algunos estarían más cerca de las enseñanzas de Dios que otros, pero
lógicamente, todos serían realmente nuestros hermanos como seres
inteligentes originados por la misma Fuente y seres cuya existencia depende del
Absoluto (el origen común).
No obstante, lo que debemos
considerar, desde una perspectiva católica, es tratar de entender si el “pecado
original” (más allá de una interpretación literal) sólo se aplicaría a los
humanos terrestres o a todos los otros tipos de “humanos” en el cosmos (entendiéndose
por “humanos” a seres capaces de libres decisiones racionales) y más aún, si El
Hijo de Dios sólo se manifiesta en toda la infinidad del cosmos como Jesucristo
en la Tierra o si no debemos limitar lo que El Hijo de Dios/Logos (o cualquier
persona de la Trinidad) puede hacer, ya que El Hijo de Dios/Logos podría
manifestarse o encarnarse a través de la forma física de otro ser de raciocinio
limitado como de un profeta u otro maestro espiritual (con forma humana o
incluso no humana), según sea necesario para la salvación espiritual de otras
civilizaciones planetarias específicas.
Dicho de otro modo, ¿habrán otras
civilizaciones en el cosmos que habrían ‘pecado’ en mayor o menor grado y que
necesiten un profeta de su propia especie biológica e historia en el cual
“encarne” el Logos para su salvación espiritual?
Habría que distinguir entre la
Segunda Persona de la Trinidad y el ser contingente con el cual se relaciona en
cada planeta o civilización y vislumbrar si cada encarnación del Logos puede
ser entendida como el mismo evento salvífico aunque ocurra a través de distintas
personas finitas. Habría que entender cómo puede este evento entenderse bajo
las perspectivas de religiones no cristianas y entenderlo de manera suficientemente
ecuménica y universal y aplicable a nivel planetario y extra planetario,
tratando de superar (de forma integrativa bajo principios comunes) aparentes
incompatibilidades irreconciliables.
Al leer las posiciones de diversos teólogos como aquellos ya
mencionados, creo que dentro del cristianismo, si es que “el Vaticano”, otra
institución importante, eventos mundiales o alguna persona de renombre mundial
revelara la presencia extraterrestre, el
concepto de la singularidad del ser humano, el del pecado original y el del rol
de la “salvación” de Jesucristo deberán evolucionar, incluyendo las máximas
profundidades místicas de sus dogmas y complejidad de estas para poder incluir
a los extraterrestres dentro de las mismas, luego de identificar que estos no
son simplemente “espíritus puros” buenos
o malos y que no todos son iguales. Curiosamente en términos técnicos, ALGUNOS “ángeles” o “mensajeros” pueden
presentarse físicamente en carne y hueso, entonces podrían ser clasificados
como humanos o extraterrestres… pero dejo este tema para otro artículo.
Hablando acerca de quién
puede considerarse “humano”, el tema va más allá de la biología y creo que
diversos teólogos (incluyendo al jesuita
Guy Consolmagno y al teólogo dominico Thomas O’Meara, ambos inspirados por Tomás de Aquino)
estarían de acuerdo en extender esta clasificación e incluir a los
extraterrestres SIEMPRE Y CUANDO estos sean racionales y si tanto en nosotros
como en Dios existiera la posibilidad de amistarlos, respetarlos y AMARLOS.
--------------------------------------------------------------------------------------------
Segunda Parte:
¿Ocultamiento de la Verdad o Exageración?
Debido a que las mejores investigaciones ovnilógicas,
contactistas y exopolíticas acumuladas por más de siete décadas racionalmente
indican una alta probabilidad que haya una presencia extraterrestre real en la
Tierra, espero que esto sea tratado oficialmente, además de tomar en cuenta solo
aquellos temas extraterrestres respaldados por descubrimientos astrobiológicos
formales.
¿Cómo se pueden desvincular las autoridades eclesiásticas de
todo lo dicho en el “Citizen’s Hearing
for Disclosure” (La Audiencia Ciudadana para la Revelación) del año 2013 ocurrida
en el Club Nacional de la Prensa de Washington, DC? ¿O de los interesantísimos
testimonios del 2001 como parte del Disclosure
Project también en el Club Nacional de la Prensa?
Es como si las personas influyentes que toman decisiones no
solo al interior de la Iglesia Católica sino dentro de todas las demás grandes instituciones
formales solo quisieran dialogar con personas de otras instituciones formales
en desmedro de la verdad la cual se relega a un plano secundario. Creo que esto básicamente se debe más a temores personales y a la presión de grupo que a la imposibilidad de tratar el tema de
otras inteligencias extraterrestres. También se debe a que la presencia de seres de otros mundos
en general parece inmediata (y pre-verbalmente) incongruente con la forma como instintivamente sentimos y
pensamos nuestra relación con el mundo y esta forma es demasiado inconexa, valorando más las relaciones y conexiones exteriores que las interiores.
Bajo una perspectiva psicológica (por
ejemplo de auto preservación, prejuicio cognitivo y auto identidad) y
sociológica (por ejemplo de control social) pareciera haber un acuerdo tácito
de tratar así las cosas; pero el mismo se presta a sospechas que en realidad se
sabe más y se oculta. ¿Cuánto hay de verdad acerca de esto?
Por otro lado, ¿podrían
realmente algunos “exopolíticos” orientar a las grandes instituciones sociales
si se descubriese vida extraterrestre inteligente y ella fuese anunciada de forma
tal que no pudiese ser racionalmente negada por los líderes intelectuales y
culturales de esas instituciones? A veces se dice que muchas grandes y
poderosas instituciones encubren la verdad. Pero ¿qué es lo que realmente sabemos
acerca de esas instituciones para afirmar eso? ¿Qué sabemos más allá de algunas
conferencias, documentales especulativos y libros especializados en teorías
conspirativas que frecuentemente se extrapolan en un sentido exopolítico y/o
ovnilógico sin mayor constatación y cuestionamiento?
Si definiéramos (como Michael E. Salla, PhD) “exopolítica” como el estudio de los individuos clave, las instituciones y los procesos
políticos en relación a la vida extraterrestre o si la definiéramos como “el campo de investigación y activismo
político que trata con las implicancias prácticas y culturales de una presencia
extraterrestre” deberíamos no solo tratar de especular inteligentemente
sino de tratar de comprender los valores, creencias, procesos y tendencias futuras
dentro de instituciones humanas clave.
Un adecuado “pensamiento
exopolítico” requiere que tratemos de afinar nuestro entendimiento sobre todos
los posibles extraterrestres (aun lejanos o -de alguna manera tecnológicamente
más avanzada- ya actuando en el planeta entre nosotros). Para ello contamos con
una variedad de fuentes más o menos creíbles tales como declaraciones de verdaderos
o supuestos contactados (como Sixto Paz Wells y Eduard ‘Billy’ Meier), de personas
que muy probablemente trabajaron en proyectos secretos (como el Sargento Mayor Robert O. Dean en la
OTAN o el Sargento Clifford Stone
del Ejército de los Estados Unidos), algunos estudios de abducidos y algunos
documentos secretos filtrados hacia el mundo exterior. También necesitamos tratar
de cuidadosamente entender cómo funcionan las grandes instituciones y qué se
valora de manera formal dentro de ellas para así poder actuar responsablemente como vínculos apropiados entre ellas y una
nueva realidad cultural que nos forzaría a re-plantear quienes somos como
especie ante el planeta, ante lo divino-trascendente y ante el cosmos y otras formas
de vida e inteligencia.
Como ejemplo institucional relevante me referiré a la Iglesia
Católica por ser paradigmática en la historia de la humanidad y también frecuentemente
poco comprendida a pesar de ser una institución orientadora de valores y
cultura en una amplia parte de la humanidad; institución dentro de la cual teóricamente debería existir algún grado de
interés sensato y juicioso respecto a la vida extraterrestre debido a las
implicancias que esta tiene para replantear premisas doctrinales y culturales
fundamentales.
Si se diera una revelación importante de la presencia
extraterrestre (“están acá e interactúan con nosotros”) o una revelación menor
(“hemos recibido una señal o indicio”), el aporte exopolítico debería basarse
en algo más que en algunas suposiciones conspiracionistas seleccionadas bajo la
tendencia de cuestionar “desde fuera” a la institución (principalmente a partir
de puntos de vista ovnilógicos y
exopolíticos conspiracionistas). Quiero decir que, a pesar de un gran
desconocimiento, se sobre generaliza,
frecuentemente acusando a la Iglesia Católica de saber mucho y (para auto
preservarse o quizás como parte de un complot para mantener al ser humano
esclavizado) de ocultar que realmente estamos siendo visitados por seres
extraterrestres. Por ello frecuentemente se les acusa de ser parte de una red
de poderes ocultos que controlan al mundo.
Sin negar que podría haber algo o mucho de verdad en cuanto a
que algunas instituciones ocultan las mejores evidencias detrás del fenómeno
ovni, en realidad para poder asesorar mejor a la humanidad y al aspecto formal
de esas instituciones, también debemos tratar de conocer mejor la historia,
función, estructura, valores y trayectoria intelectual de las mismas sobre las
cuales se tejen muchas teorías conspirativas. Dicho de otro modo, nuestros
conocimientos debe ser más completos y serios para nosotros como exopolíticos ser
considerados de forma más seria y como una opción a la cual acudir en caso de…
una sorprendente e inevitable revelación.
A pesar que la Iglesia Católica funciona bajo una estructura jerárquica no llega realmente a ser un organismo monolítico funcionando bajo una forma totalmente integrada de decidir todo. Podría haber áreas de interés reservadas a especialistas y supervisadas por algunos pocos de forma extra oficial. Del mismo modo pienso que tampoco los “Los Estados Unidos” y “Washington” o “los banqueros internacionales” o “las transnacionales” o “la ONU” podrían unificadamente manejar este tema como unidad perfectamente integrada aunque frecuentemente la gente que de una u otra forma crítica al sistema internacional actual predominante (incluyendo a muchos ovnílogos y exopolíticos) adopta una postura como si así fuera.
He notado que - influidos por el imaginario público - es fácil pensar desde fuera de las instituciones
declarando sin real evidencia que ciertas instituciones gubernamentales estarían
encubriendo el fenómeno ovni y una casi obvia (para la mayoría de los ovnílogos
y exopolíticos) presencia extraterrestre. Es una tendencia humana ver a un otro
poderoso con sospecha, sobre todo si está en las noticias, maneja grandes
recursos, funciona jerárquicamente, tiene un alcance internacional y avala
creencias que mueven ingentes masas.
En fin, existe una tendencia
a sobre generalizar que también
se aplica a la exopolítica y a la ovnilogía tanto cientifista como contactista
y estos campos de investigación tienen mucho que ver con cómo se piensa extra
oficialmente respecto a la relación entre la vida extraterrestre y las grandes
instituciones.
Frecuentemente muchos activistas en favor de la revelación
del fenómeno OVNI, (algunos de ellos anti sistema, “new age”, de pensamiento
progresivo, pensamiento alternativo e izquierdistas) persistentemente hablan de
“Los Estados Unidos” como si fuese
un imperio monolítico donde la mayoría de sus líderes llegase a acuerdos para
manipular al resto del mundo. En otras palabras, como tendencia de una mente
dicotómica ideologizada, es bastante fácil hacer críticas exageradas desde
afuera de las instituciones formales con poder. Tenemos que tener en cuenta
estas tendencias al criticar a “la iglesia”, la CIA, “los banqueros
internacionales” como si todos fuesen claramente parte de un complot. Quizás lo
más sensato sería pensar que algunos
elementos extra oficialmente investigan
el tema de forma secreta y casi sin supervisión de las fuerzas políticas e
institucionales convencionales (la mayoría de las cuales prefiere no saber nada
al respecto ni inmiscuirse). Es también concebible algún grado de coordinación
internacional.
Una vez más ¿podría ser que, respecto a los ovnis y a los
extraterrestres, la mayoría de los representantes formales (aún de alta
jerarquía dentro de la iglesia y la curia vaticana) no saben mucho, ni
controlan nada al respecto, tal como el Dr.
Steven Greer (contactado y persona seriamente consagrada al tema de la
revelación de la presencia extraterrestres)
expone en sus conferencias respecto al alcance de las actuales instituciones,
donde indica que ni siquiera los directores actuales de la CIA son realmente
puestos al tanto de la información más relevante?
De existir
conocimientos suficientemente claros respecto a los extraterrestres ¿podría acaso
tratarse de una “curia paralela”
(extra oficial) o de personas en la
curia formal tratando un tema “no admitido oficialmente” o de personas contratadas
para tratar el tema supervisados por una brevísima minoría dentro la curia? No
lo sabemos, pero ¿a quién rendiría cuentas esta curia paralela? ¿Le informarían
al papa o solo coordinarían entre ellos y con sus vínculos extraoficiales en
otras organizaciones paralelas?
¿Se le asignó al Monseñor
Corrado Balducci (entonces demonólogo del Vaticano) hablar en favor de los
extraterrestres y la posibilidad que ya estuvieran visitándonos o fue algo a
título personal que fue tolerado? Al menos se le permitió brindar declaraciones
influyentes en los medios. Y Monseñor Corrado Balducci también habló teológicamente sobre el rol
hipotético ocupado por (al menos algunos) seres extraterrestres dentro del orden de la creación.
Al haber sido amigo de algunos sacerdotes de diferentes
órdenes, pienso que - en términos generales - ellos tienen suficiente libertad
personal para brindar sus opiniones, inclusive respecto a la vida
extraterrestre… en tanto lo declarado no contradiga las enseñanzas de la
Iglesia. Y por lo general, hablar sobre seres extraterrestres inteligentes se
ha casi convertido en una tradición digamos “respetable”, incluso si ésta
continua siendo algo controversial y se habla de la misma siempre en relación a
otros temas.
Pero al fin y al cabo, ¿qué
es “la iglesia”? En teoría, en
el plano terrenal, ella se compone esencialmente de las personas bautizadas y
la jerarquía eclesial y la curia del Vaticano la dirige (según la fe y la
doctrina) guiada por el Espíritu Santo.
Sin embargo, si consideramos que en “el
Vaticano” sus miembros principales también dirigen las investigaciones, los
secretos, consideraciones y revelación de ovnis, mi hipótesis es que sólo serían
unos pocos quienes extraoficialmente se encargarían de esos temas. No sería algo
muy distinto a cómo podría estar sucediendo en los Estados Unidos o quizás a
nivel mundial según investigadores reconocidos como Richard Dolan, Steven Greer y Michael Salla. Solo serían unos pocos,
haciéndolo extra oficialmente y entre ellos solo otra fracción tendría acceso a
la totalidad de las investigaciones.
Esta entidad “especial” (¿extra oficial u oficial?) podría
estar representada por aquellos personajes que serían relevantes en caso haya
una aparición masiva e innegable de artefactos extraterrestres y quizás serían
personas que tendrían que asesorar a figuras con poder de decisión formal,
tales como el Papa, algunos cardenales y obispos.
Deberían ser personas capaces de lidiar con temas que
pondrían nerviosos a la mayoría de los dirigentes normales y formales. Aun así
supongo que la persona que realmente sabe de estas cosas, debe contar con una
autorización especial “según su necesidad de información”. Quizá también exista
un grupo secreto “de iniciados” en el tema, personas fieles a la fe que
investigan pero cuyos puestos oficialmente no existen. ¿Quizás serían algunos elementos
élite en el servicio secreto del Vaticano? ¿Especialistas en la orden de La
Compañía de Jesús (los jesuitas)? ¿Quizás el demonólogo oficial del Vaticano? O
miembros de la Congregación para la Doctrina de la Fe?
Preguntarse ¿quién es quién? en el Vaticano respecto a la
investigación de una posible presencia extraterrestre sería similar a indagar
quién representa a los Estados Unidos en cuanto a las decisiones realizadas sobre
este mismo tema. De existir grupos secretos que toman decisiones importantes
sobre este tema a costa de nuestra ignorancia, estos podrían hallarse en proyectos de investigación no admitidos dentro de la estructura
institucional formal, lo cual permitiría a los jerarcas oficiales la
posibilidad de negar conocimiento alguno respecto a tales investigaciones o a
una posible presencia extraterrestre. Esta es la hipótesis de la política de la
“negación plausible” normalmente
acompañada de la política de “compartimentar”
en tareas o funciones separadas a las personas encargadas de distintos aspectos
de una investigación secreta para que ninguna
pueda conectar “los cabos sueltos” y poner en evidencia el trabajo conjunto
que solo unos poquísimos conocerían.
Quienes serían y qué sabrían sobre estas cosas (si es que
existen) es algo que habría que averiguar con cuidado, estudiando más de cerca
a la iglesia. Quizás se
oculta verdad “para nuestro propio bien” o quizás en desmedro de nuestro bien colectivo
y de la evolución de la humanidad y la sociedad. O quizás no existan ni tales
personas ocultando así las cosas ni tal grupo de estudios secretos que se
encargue de quitarle a los jerarcas oficiales el peso moral de pensar sobre
estos temas. Simplemente no se sabe con certeza pero si especulásemos (y es
necesario hacerlo con cuidado) habría que intentarlo incluyendo (una vez más,
con cuidado) no solo las versiones conspirativas que se manejan en la internet,
documentales, libros y conferencias ovnilógicas y exopolíticas, sino un
entendimiento más formal sobre qué significaría para la fe y la doctrina admitir
la existencia de otros seres racionales en el universo.
En efecto, otra área en la que frecuentemente se generaliza
en base al prejuicio, la sospecha y la ignorancia es respecto a la supuesta
inflexibilidad de los dogmas y de las doctrinas frente a la aparición de datos
radicalmente distintos de los utilizados para manejar los presupuestos
religiosos. Muy a la ligera se afirma
que “las religiones caerían” y que
no podrían adaptarse al descubrimiento de vida extraterrestre, sobre si fuera
vida extraterrestre inteligente y más aún si se supiera a ciencia cierta que
esta se halla aquí en cierta manera interactuando en el planeta cerca de
nosotros. ¿Pero qué hay de verdad en esto? ¿Acaso no somos más resilientes y
podemos evolucionar?
Cuando ocasionalmente ovnílogos y exopolíticos exponen sus
afirmaciones, premisas, estudios e hipótesis respecto a cómo la Iglesia
Católica estaría secretamente manejando un conocimiento sobre la vida
extraterrestre, pocas veces los he visto, leído o escuchado desarrollando sus
temas bajo un modesto conocimiento histórico o teológico. Podrían tener algo de
razón, no lo sé, pero creo que también deberían conocer qué es lo que se piensa
dentro de la teología formalmente admitida.
También – de forma ya clásica - cada vez que Funes habla
sobre este tema, surgen rumores sobre si la Iglesia se está preparando en
secreto para hacer una revelación o, sino que como recientemente indicó que
duda que descubramos vida extraterrestre
pronto, esto indica que la iglesia ha decidido seguir continuar manteniendo
oculto su verdadero conocimiento al
respecto.
Es razonable suponer que habrían personas encargadas de
estudiar el tema extraterrestre dentro de la Iglesia Católica puesto, que visto
imparcialmente, el fenómeno OVNI incluye varios tipos de evidencias “de peso”
que tomadas en su conjunto clara y racionalmente sugieren que realmente
“estamos siendo visitados”. También es razonable suponer que dentro de una iglesia histórica de tal magnitud habrían
personas encargadas oficial u extraoficialmente de estudiar esta situación ya
que para las personas pensantes las implicancias serían de interés ineludible.
Por lo tanto, aunque no lo sepamos a ciencia cierta, es posible que dentro de
la curia haya personas que sepan más sobre estas posibles investigaciones
aunque a la mayoría se les mantuviera “fuera de este círculo” ya que
simplemente se confundirían, no estarían interesadas en saber, no podrían
aportar ideas concretas o, simplemente, (como sucede en la mayoría de
instituciones de inteligencia) no tendrían” la necesidad de saber”.
Además, si dichos “iniciados” hubieran negado, suprimido
o reprimido psicológicamente el verdadero conocimiento sobre la vida
extraterrestre y, sin embargo, ahora se hallasen tomando decisiones
exopolíticas importantes en representación de la feligresía o de la población
planetaria en general (quizás junto con otros “iniciados” conformando un grupo
secreto trans institucional a nivel internacional), ellos podrían no ser las
personas más idóneas para esto.
Quizás sienten que deben guardar todo en secreto al poseer
una mentalidad dicotómica-analítica-exclusivista ya que de no habérseles
impuesto esta realidad no la hubieran buscado ni aceptado de forma natural sin pruebas
contundentes. Interesantemente, bajo una extensión de esa misma mentalidad, podrían
extender ese rechazo psicológico a
afrontar la verdad proyectándolo inconscientemente sobre el resto de la
población: Al no haber estado
preparados, inconscientemente asumirían que nosotros tampoco lo estamos
y se constituirían como una especie de “super
egos” Freudianos a escala social.
El problema sería que sus mentalidades clásicas (de
ganar-perder, sin tercio incluido, sin complementariedad, sin vínculo intrínseco
suficiente entre lo espiritual, mental y físico) perpetuarían un estado de deficiente relación con extraterrestres que
supuestamente se hallarían en un estadio de entendimiento más avanzado que
el clásico. En todo caso, tenderían a asociarse más con variedades de seres más
problemáticos y conflictivos cuya lógica de fondo les parecería más asequible. ¿Cómo
podrían representar a la humanidad bien?
Una vez más, afirmo que la necesidad de negar y luego controlar
la verdad en cuanto a la presencia extraterrestre depende en gran medida de la
manera tradicional de pensar, sentir y existir en el mundo, una manera
dicotómica de pensar, sentir, valorar, actuar bajo la que nuestro líderes mayormente
operan y que podría ser superada si el ser humano contase en su constitución con
las potencialidades para hacerlo.
Quizás (aun de forma mayormente inconexa dentro de muchos movimientos
alternativos en el mundo) estamos superando una forma donde sentir y juzgar se
definen excesivamente por instintos o pulsiones de sobrevivencia en pequeña
escala y como egos aislados adecuados a un mundo físico limitado por leyes
clásicas.
Pero la verdad de una
presencia extraterrestre inteligente “ya aquí entre nosotros” desafiaría cómo
nos sentimos básicamente como partícipes de “la realidad” y junto a ello,
desafiaría al materialismo clásico, su lógica clásica (fundamento de la ciencia
moderna así como del escolasticismo católico). Mostraría interconexiones insospechadas,
algunas quizás propias de lo que se reconocía en una etapa “pre-racional”, hoy
considerada como “superada” y “supersticiosa”. Esa presencia desafiaría una
manera de pensar, de sentir y de organizarnos, que también está siendo paulatinamente
superada y cuestionada por voces intelectuales independientes y alternativas…principalmente
al margen de las grandes instituciones formales.
Explicar cómo superar las distancias y el tiempo requerido
para manifestarse entre nosotros también desafiaría
la creencia en una teología que enfatiza a Dios como una figura paterna excesivamente
independiente y trascendente…demasiado desconectado, a la distancia.
Habría una especie de “alergia
instintiva” contra lo paranormal (en realidad lo supernormal), lo extra
mundano y por ende, contra lo “extraterrestre” en las personas cuya auto
identidad se vincula de forma directa y vital a las grandes instituciones
formales de la actualidad. Superar esa “alergia” significaría pensar
independientemente y/o tratar esos temas dentro del más profundo secretismo
perteneciendo a un grupo de “iniciados” no oficialmente reconocidos.
Dicho de otro modo, al superar distancias espacio-temporales
(quizás bajo una ciencia “post convencional” donde la mente y la consciencia
son tan fundamentales como la materia, espacio, energía y tiempo), la presencia
extraterrestre (que manipula espacio y tiempo y se vincula con aspectos psíquicos)
también cuestionaría de raíz una antigua forma de ser intrínsecamente desvinculada-desconectada
(la desconexión hombre-naturaleza, hombre - mundo psíquico sutil y hombre-Dios) a
la cual hemos estado instintivamente sometidos en parte (a pesar de sus
positivas contribuciones para la humanidad) bajo el aval de la teología
racional escolástica y de la ciencia materialista moderna, enfatizando excesivamente
tanto a la materia sobre la consciencia como a un Dios trascendente y distante por
sobre su aspecto inmanente.
No comments:
Post a Comment
Note: Only a member of this blog may post a comment.